Jackson Guitar

viernes, 29 de agosto de 2014

Día 2

Va asomándose el sol. No de la manera en que solía hacerlo últimamente, sino de la forma en que lo hacía mucho tiempo atrás: sin transmitir más que luz.

Al pasear recuerdo cómo éste alumbraba ciertos sitios, sitios en los que han quedado gravados dos nombres y decenas de memorias, sitios en los que una vez se escucharon deseos, presentes, sentimientos e incluso futuros, quién sabe si algún día volverán. Si no lo hacen, esos lugares tan comunes para unos pero tan simbólicos para otros, al menos quedarán como testigos de una historia.

Me enorgullezco de tal historia, soy fiel testigo también de ella.

Es una historia que contar, de las que en un futuro transmitirán nostalgia y te harán pasear de nuevo por los escenarios en los que transcurrió, quedarte de pie mirando, recordando, y luego seguirás tu camino con una sonrisa. Quizá una historia cuyo escrito podría haber seguido muchos más capítulos, una historia con muchas más historias. Ésta soñaba con ser una de las que prolongar hasta la tumba, pero se le cruzó una demasiado prematura.

Quién sabe si un día resucitará, sólo sé que queda en manos del destino y, con algo de suerte, en manos de la suerte.

Quisiera agradecer a los dos protagonistas por formar parte en primera persona de los hechos, por narrarlos en recuerdos, por plasmarlos en palabras y hechos, por dejarlos en esos lugares simbólicos, por no ser posible sin el uno ni el otro. También a los personajes secundarios que, a su manera, hicieron más diversa la narración, más amena, más viva, quizá solamente con un abrazo o una risa, pero como se suele decir, de pequeños momentos y detalles está formada nuestra vida.

Toca replantearse el presente y el futuro tanto solo, como con otro escritor, como con la vuelta del primero, pues por y para siempre tendrá su lugar por si llega de nuevo.

https://www.youtube.com/watch?v=LqbBZ4umzE8

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